Wednesday, November 24, 2010

Miguel Piñero

Creador de palabras llenas de indecencia, pero calculadas.  Actor, dramaturgo y co-fundador del “Nüyorican Poets Café”. Nacido en Gurabo, Puerto Rico, el 19 de diciembre de 1946.  Emigro a un barrio en Nueva York a los cuatro años de edad.  Su padre lo abandonó a él y a sus hermanos dándole a su madre todo el peso de sostener la familia con ayuda del "welfare".  Creció en un sótano de un barrio en el cual residían muchos hispanos llamado “Lower East Side”, robando leche y comida para su familia.  Aprendió sobre los problemas que se destacaban en la población latina para ese tiempo.  Su madre solía recitarle poemas de autores puertorriqueños y lo aconsejaba siempre.  A los 11 años cometió su primer crimen, por el cual fue llevado a la Detención de Menores. Solo a sus 13 años de edad formaba parte de una pandilla llamada "Los Dragones". Antes de llegar a los 20 años, ya era un adicto a las drogas, con un largo historial criminal.   Un poco más tarde a los 25 años fue acusado por posesión de drogas y robo a mano armada.  Recluido en la cárcel conocida como “Sing Sing” comenzó a darse cuenta de que debía darle más importancia a sus talentos y utilizarlos para su beneficio. 


Tras las rejas vivía aprendiendo de la vida callejera, de los más experimentados en el bajo mundo y recitando poemas que surgían de su pasión por escribir.  Así fue como nació la obra que le abrió las puertas al éxito Short Eyes (1974). Fue parte del taller de escritura y actuación como parte del programa de rehabilitación. Gracias a éste pudo ganar una competencia con su poema “Black woman with a blonde wig on” (Mujer morena con peluca rubia). Al ser un convicto que comenzaba a destacarse y a sobresalir del resto de sus compañeros le dieron la oportunidad de asistir a una audiencia y así determinar si estaba listo para volver a ser libre.

Su libertad significó más que eso, pudo darle a su madre el regalo que siempre quiso, estar orgullosa de él.  Comenzó a ganar fama con su obra maestra Short Eyes antes mencionada hasta alcanzar ser publicada en Broadway.  Obtuvo premios importantes y los críticos admiraban su obra.  Este empuje le dio oportunidades para escribir episodios para series de drama y acción como “Miami Vice”, “Baretta”, “Fort Apache”, entre otras.  Pero eso no es todo, Miguel comenzó a producir obras e incluso actuó en varias películas y series de televisión. 

Estaba en su mejor momento, la fama era lo más novedoso en su vida, pero no olvidaba las viejas mañas de su pasado.  En los años 70 el joven Mickey, como le llamaban sus seres queridos y su íntimo amigo Miguel Algarín quien era profesor de literatura, se unieron junto a varios artistas para formar “Nüyorican Poets Café”.  Algarín tuvo la idea de rentar un local y convertirlo en escenario de artistas para que mostraran su talento callejero y expresaran sus sentimientos plasmados en poemas.  Hasta el momento, el “Nüyorican” aún sigue siendo cuna de poetas que quieren publicar sus obras por primera vez.

En 1980, se publicó el primer poemario de Miguel Piñero, La Bodega Sold Dreams.  En 1985, la Prensa del Arte Mundial publicó 18 poemas del artista.  Algunos de sus poemas son;  Seeking the cause, This is not the place where i was born,  La gente que no se quiere pa’ na con la lengua, Lower eastside poem, entre otros.  La mayoría de sus poemas marcan los pasos callejeros de Miguel, sus experiencias en la calle, la malicia, críticas sociales, el amor a su patria y amoríos pasajeros.

A pesar de Miguel vivir en Estados Unidos nunca olvidó la tierra donde nació.  Puerto Rico lo vio nacer y para él tenía un lugar muy importante en su corazón.  Miguel fue cuestionado por personas de la iglesia diciendo que no entendían como podía hacerse llamar  “nüyorican”  como si fuese una raza, aunque fuese con buena intensión corrompía el lenguaje.  Pensaban que Miguel no podía sentir algo más que un afecto o nostalgia por Puerto Rico.  El poeta les contesta muy orgulloso:  “ Mi familia fue quien planeo mudarse aquí, no fue un viaje planeado que yo quería, por eso me puse el apodo de “nüyorican”. Donde quiera que yo vaya seré puertorriqueño, “rican” y “nüyorican”,  si te abochornas o estas asustado de quien eres no me culpes a mí, culpa a la iglesia que es quien te ha hecho falsificar quien eres, porque aunque yo sea mitad y mitad, mi mitad es más completa que todos ustedes”.

Vagando entre la fama y las drogas encontró la muerte.  Miguel Piñero muere a los 41 años de edad un 18 de junio de 1988.  La causa de su muerte fue una cirrosis avanzada, por la cual estaba advertido de que no viviría mucho tiempo.  Como dice el dicho, la cura estaba resultando peor que la enfermedad.  Miguel antes de morir tuvo la idea de hacer un testamento en forma de poema llamado “Lower Eastside”.  Entre las líneas pedía:  “Yo no quiero ser enterrado en Puerto Rico, no quiero descansar en un cementerio de Long Island, quiero estar cerca de los cuchillazos, disparos, timos, el nuevo nacimiento lloroso y las muertes no naturales.  Así que, por favor, cuando muera, no me alejen más, solo déjenme estar cerca.  Cojan mis cenizas y arrójenlas sobre The Lower Eastside”. Una vez muere sus amigos y la comunidad “nüyorican” se reunieron para leer su testamento y esparcir sus cenizas, ahora haciéndose llamar el poeta que flota sobre New York.  En el 2001, se publica “Piñero” una película basada en la vida del poeta.

4 comments:

  1. De los errores se aprende y todos tenemos derecho a una segunda oportunidad...

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  2. Una historia muy interesante. Los poemas son excelentes! Sus experiencias de vida son unicas y pienso que expresa la vision real de alguien que era drogo-dependiente, minoria y rebelde. Un verdadero poeta, el cual inspira a crear consciencia...

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  3. Estoy de acuerdo con la companera Marian, una historia muy interesante. Es un buen ejemplo que el pasado solo sirve de experiencia y no hay porque utilizarlo como excusa para no poder superarse en la vida. Siempre hay una opcion.

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  4. Muy buen escritor, lo vemos en sus poemas. Triste su muerte a tan corta edad. Muy buenos relatos de la vida de Miguel Piñero, que es a tráves de este trabajo que conozco por primera vez de él. Buen trabajo.

    Dinora Ruiz

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